Clara López Cantos de Tomelloso, Ciudad Real. Estudiante de Bellas Artes, especializándose en audiovisuales pero sin dejar aislada la pintura. Desde 2002 hasta la actualidad ha colaborado en diferentes grupos de teatro en interpretación, escenografía y audiovisuales. Ha trabajado en montaje de audiovisuales, como El gran poema de nadie en colaboración con Dionisio Cañas; así como la realización de piezas que se pueden encontrar en www.youtube.com/claramirando
Trata de buscar la poesía en los diferentes medios.
http://claralcantos.blogspot.com/
Escritos
¿Pues sabéis qué?
El otro día los colores se me mezclaron con la razones. Siendo entonces la razón toda una gama en la que poder elegir o mezclar. Siendo entonces las sensaciones pinceladas que miraban con ojos entrecerrados. Y como la razón no sabía que hacer, enmarcó el día.
Melodías de oxígeno
Tocar, tocar tan suavemente… mientras la mano se mueve. La música es el resultado de tocar, por tanto, el mundo es nuestro instrumento porque esta constantemente tocado, el problema es que casi a diario desconectamos de la melodía. Un mundo de coreografías de manos que tocan sin cesar componiendo diferentes movimientos.
Tocar para después registrar, para después recordar… Recoger el agua de lluvia como se hacía en otros tiempos, el agua que a veces puede proceder de otros lugares u otras ideas, de los gruñidos de las alcantarillas y del delirio de la acera. Es el agua la que ayuda a que suenen también sonidos atonales y a que crezcan nuevos pentagramas.
Tocar e ir escribiendo composiciones, para después volverlas a tocar o que otra persona la toque. En ocasiones dejar espacios de silencio para continuar tocando.
Nuevo oxígeno que respirar día a día. Mirar el mundo que es una gran metáfora, de la manera que se saborea un libro.
Ascensor
No me pidas que vuelva cuando ya me he ido, cuando mis pasos van atados a pisadas y la mirada se proyecta en un ascensor.
FINAL
Sin embargo, mientras tanto, esperando, después, desde entonces, de repente, al principio y a continuación, entre medias, rodeando entrelineando y subrayando… se acabó.
El otro día los colores se me mezclaron con la razones. Siendo entonces la razón toda una gama en la que poder elegir o mezclar. Siendo entonces las sensaciones pinceladas que miraban con ojos entrecerrados. Y como la razón no sabía que hacer, enmarcó el día.
Melodías de oxígeno
Tocar, tocar tan suavemente… mientras la mano se mueve. La música es el resultado de tocar, por tanto, el mundo es nuestro instrumento porque esta constantemente tocado, el problema es que casi a diario desconectamos de la melodía. Un mundo de coreografías de manos que tocan sin cesar componiendo diferentes movimientos.
Tocar para después registrar, para después recordar… Recoger el agua de lluvia como se hacía en otros tiempos, el agua que a veces puede proceder de otros lugares u otras ideas, de los gruñidos de las alcantarillas y del delirio de la acera. Es el agua la que ayuda a que suenen también sonidos atonales y a que crezcan nuevos pentagramas.
Tocar e ir escribiendo composiciones, para después volverlas a tocar o que otra persona la toque. En ocasiones dejar espacios de silencio para continuar tocando.
Nuevo oxígeno que respirar día a día. Mirar el mundo que es una gran metáfora, de la manera que se saborea un libro.
Ascensor
No me pidas que vuelva cuando ya me he ido, cuando mis pasos van atados a pisadas y la mirada se proyecta en un ascensor.
FINAL
Sin embargo, mientras tanto, esperando, después, desde entonces, de repente, al principio y a continuación, entre medias, rodeando entrelineando y subrayando… se acabó.
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